Consejos para sobrellevar la vuelta a la rutina
A estas alturas de mes ya muchos habrán dejado atrás la sombrilla y la toalla y se habrán equipado nuevamente con sus maletines y ordenadores portátiles. Los móviles echan humo y las montañas de papeles se erigen imponentes cuales torres de Pisa encima de las mesas de las oficinas, después del merecido periodo de desconexión estival. Este drástico cambio del relax a la rutina, unido a que los primeros días suelen tener una carga especial de trabajo por las tareas pendientes, puede llegar a provocar un estado de estrés, cansancio, trastornos de sueño y malestar general que popularmente conocemos como síndrome post-vacacional, también estrés o depresión post-vacacional.
Esta afección la sufren alrededor de un 60% de los españoles que vuelven al trabajo tras las vacaciones. No se considera una enfermedad, pero si un proceso adaptativo a la vida laboral después de un periodo de desconexión. Afecta en gran medida en sociedades como la nuestra, en las que el trabajo está relacionado como algo negativo y de obligado cumplimiento, que no motiva lo suficiente, que requiere un sacrificio y que, incluso, no está bien recompensado. En sociedades en las que el trabajo se percibe como una tarea creativa y digna, el síndrome no existe.
Si eres uno de los que le suele afectar el síndrome post-vacacional, quizás te interesen nuestros consejos para sobrellevar la vuelta a la rutina de la mejor forma posible:
1. Cambio de chip. Toca centrarse. Las vacaciones han sido fructíferas y relajantes pero es momento de decir adiós al verano. Si seguimos pensando en la playa y el chiringuito mayor será el sufrimiento. Es importante buscar los aspectos más positivos de nuestra particular “vuelta al cole” y olvidar pensamientos que nos recuerden al pasado.
2. Deja tiempo para ti. Aunque hayas vuelto a la rutina, no eres un robot que vive únicamente para el trabajo. Hay que respetar cada día el tiempo para uno mismo y dedicarle todos los días un tiempo de ocio para tus hobbys, practicar deporte, ver la televisión, leer, jugar a la consola, cocinar… Actividades que sirvan de motivación para sobrellevar el cambio.
3. Adaptación previa a los horarios. Cuando se vaya acercando la fecha del regreso es bueno ir cambiando los hábitos paulatinamente hasta hacerlos lo más parecidos posible a los que se van a llevar en época de trabajo. Acostarse y levantarse más temprano es recomendable para que los primeros “madrugones” no supongan un trauma.
4. Siempre positivo, nunca negativo. La mentalidad que adoptemos en estos casos es esencial. Tenemos que quitar los pensamientos negativos que asolen nuestra cabeza, todo lo que se nos viene encima, las reuniones, los horarios… Ante esto, lo primero es tranquilizarse y pensar en la parte positiva del trabajo y en el tiempo de descanso que espera al término de la jornada laboral.
5. Sonríe, te estamos grabando. Sí, las vacaciones han terminado. Sí, la vuelta al trabajo es un hecho. Pero no todo tiene porqué ser un drama. Piensa en lo afortunado que eres al tener un trabajo, lo cual no todo el mundo puede decir. Busca la motivación en tu familia y la escapadita que puedes hacer el próximo fin de semana, tus hijos y su ilusión por volver al cole, tus amigos a los que puedes volver a ver después del verano, tu equipo de fútbol que empieza la liga en breve, tu serie favorita que vuelve con una nueva temporada, el libro que empezaste a leer en verano y que aún no has acabado… No dejes que la vuelta al trabajo pueda contigo. Siempre habrá un motivo para ser feliz.